Déjate ser, amada mía
En esta negra noche aciaga
La estrella de Aldebarán,
Roja estrella de fuego
Que recorre el Firmamento
Del levante al poniente
En las noches más largas y frías
Del invierno.
Quédate anclada
En este negro cielo de tormenta
Sin mirar como esta nave zozobra
Ni ver como el mar inclemente
Barre su cubierta de babor a estribor
Mientras los hombres se ahogan
Entre las más negras y hambrientas
De las aguas.
Brilla en el cielo,
Centellea sólo con tu mirada
Para que el pobre náufrago
Aferrado a un trozo de papel
Pueda orientarese un instante
Antes de que muera la noche
En la más glacial y triste
De las alboradas.
Sé por esta noche
La roja estrella que lleve a mis ojos
A clavarse en su brillo perpetuo,
Para recordar que existe un cielo
Allende este océano negro
Donde cada día naufrago
Y muero
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